
La buscó con desesperación. Quería sí o sí pelear en casa, aunque todo se tuviera que costear por parte del equipo. Mauricio Márquez quería mostrarse de local, por lo que dejó de lado una posibilidad de pelear otra vez en Buenos Aires para intentar conquistar a los sanduceros. No fue fácil porque, además, fue todo lo contrario conseguir rival. Pero las cosas salieron de la mejor manera.
El debutante salteño Carlos Campos salió decidido a pisar fuerte. Se paró en medio del ring y salió derecho al cruce. La distancia de brazos del naranjero, sensiblemente menor a la de Márquez, llevó a que tomara el camino de ir al choque.
Y lo pagó caro. Ya en el primer round Márquez lo invitó a conocer la lona bien de cerca. Y en el segundo, la pelea profesional con la que se cerró una nueva fecha del Campeonato Mercosur de la Comisión Uruguaya de Boxeo Amateur y Profesional (Cubap) en el Club Social, las cosas se liquidaron.
Primero un recto tiró otra vez al salteño a la lona. Y después, cuando no iban dos minutos de ese segundo asalto, un gancho de derecha perfecto dio en el mentón del rival. Y se le apagó todo. Fue un nocaut de esos fulminantes.
Márquez sumó así su cuarta victoria como boxeador profesional. Mantiene su invicto, pero también la calma. Porque tiene en claro dos cosas: que se irá haciendo camino al andar, y que quiere la compañía de su gente para transitar la difícil ruta del campo rentado.

