La derrota fue durísima. Podía estar en los cálculos porque se trataba no solo del último campeón sino de un equipo que crece y crece partido a partido. Pero nadie esperaba que Trébol cayera casi sin reacción (porque el rival no lo dejó) ante Old Christians de visita el pasado fin de semana por la 8ª fecha de la primera rueda del Uruguayo de rugby.
Pero así como la derrota caló hondo, está claro que los albiverdes no pueden darse el lujo de estar sumergidos en el recuerdo de ese partido. Por eso se hizo una fuerte autocrítica y se comenzó a pensar en lo que se viene. No solo a pensar: a poner manos a la obra.
Sin actividad este fin de semana, Trébol puso todas las ganas en los entrenamientos. En recuperarse física y mentalmente.
“Fue una semana de reflexión, de mucha autocrítica, porque Christians nos pasó por arriba. Fue totalmente superior. Sabíamos que es un equipo durísimo, que viene en alza, es el último campeón uruguayo, y era un partido de riesgo porque veíamos cosas de Christians y está jugando un rugby hasta admirable”, confesó el head coach de los albiverdes, Francisco Bulanti.
El entrenador sumó que el rival “fue superior en todas las líneas, y encima cuando el partido se volvió inaccesible nos quebramos en defensa”. Pero la idea es hacer borrón y cuenta nueva. Fue un tropezón; feo, pero tropezón al fin, de esos que a esta altura permite levantarse y también sacar conclusiones de cara al futuro.
“El martes dimos vuelta la página, hubo una fuerte autocrítica y comenzamos a trabajar. Por suerte esto sucedió en la primera rueda. Nos quedan dos partidos de esta primera rueda, ante Cuervos en casa y luego frente a Polo. Quedará toda la segunda rueda y después los playoffs, que es lo más importante. El equipo está golpeado, pero con muchas ilusiones y ganas de seguir trabajando muy fuerte, que es lo que da resultado. El trabajo paga”, agregó Bulanti.