La experiencia le dice al fútbol sala sanducero que para volver, tiene que hacerlo con una estructura que tenga futuro para que las actividades puedan mantenerse en el tiempo. Es que de un tiempo a esta parte la competencia ha sido intermitente: vuelve, se mantiene una o dos temporadas, y desaparece. Y hace ya demasiado que la pelota chiquita está guardada.
Un grupo de allegados a este deporte plantea la posibilidad de volver. Pero volver con seguridad, dando pasos seguros y que el fútbol sala finalmente pueda afirmarse como en viejas épocas.
¿Cuáles fueron los primeros pasos? Si bien se decidió en la última reunión (llevada adelante en la Unión Ferroviaria) no tener un Consejo de Neutrales, sí se han conformado una Comisión de Finanzas y Presupuesto, una de Responsabilidad Deportiva, otra de Planificación, una de Organización y Eventos, y otra de Marketing.
Ya hubo contactos con el presidente de la Federación Uruguaya, y mientras tanto se sigue trabajando en silencio.
“Esperamos sumar más gente. Lo que queremos es tener un proyecto bien desarrollado, presentar lo que se pretende ante quien quiera verlo, y comenzar a andar con seguridad”, dijo Julio Logiurato, quien dio el puntapié inicial para esta vuelta del fútbol de salón.
La idea es tener, en principio, listo el proyecto en unos 120 días. Pero mientras tanto, nadie tiene intención de cruzarse de brazos.