Vamos a dejar las marcas atrás. Los números fríos. La idea es centrarse en lo que se viene, pero sin presiones. Si no las tiene ella, ¿quién es el indicado para ponerle la mochila?
La realidad dice que Manuela Rotundo se subió hoy a un avión para irse a Castellón, y que en España no solo entrenará durante algunos días sino que también competirá, en este caso en Bilbao. Y después será tiempo de subirse a otro avión, volver a cruzar el océano, pero ahora para recalar en Ecuador, donde intentará clasificar a los Juegos Olímpicos.
A ver si se explica mejor: la gurisita que comenzó en 2018 a practicar atletismo, que se formó deportivamente en la Plaza de Deportes, puede llegar a París 2024. Es algo impensado. No solo para quienes están empapados en el deporte, sino para la propia deportista y para el mismísimo equipo de trabajo que lidera Julio Acosta.
Pero vamos por parte. “Y sí, esta posibilidad era impensada”, reconoció a Chicos las Pelotas la propia lanzadora, que ha roto récords en jabalina y va por más. “En Castellón estaré entrenando con otras lanzadoras sudamericanas (entrenará junto al entrenador cubano Ramón Breto) y el 18 competiré en Bilbao. El 20 viajaré a Ecuador y el 24 competiré, para que a los días cierre la clasificación. Ahí veremos cómo sigue todo”, agregó.
El viaje a España no comenzó como se esperaba, dado que en los últimos días Manuela sufrió del mal de la época, con dolores de garganta y demás.
Pero está feliz. Y lo más importante, sin mochila.
“Se dio todo muy rápido, muchos viajes. Ahora que está la posibilidad de clasificación, siento que es todo muy lento porque no cierra más el período para conocer qué pasará. Pero lo estoy disfrutando mucho y no siento presión. Es que pasar la barrera de los 60 metros que es la más linda –porque ya nadie tira en los 70 metros—y estar ahí, subir puestos en el ranking, ha sido muy lindo. Es cierto: hay que mantenerlo, y espero poder hacerlo”, dijo.
El cambio de Manuela desde 2018 hasta ahora es abismal. Maratónico e inesperado, podría decirse. Ella misma reconoce que ha pasado todo muy rápido. “Jugaba al vóleibol y me imaginaba lo que siempre sucede: jugar hasta que entrara a la Facultad, y después tomarlo como hobbie”, contó.
Pero claro: ese brazo derecho, el mismo con el que iba al ataque y definía sobre la red, se adaptó a las mil maravillas a la jabalina. “Empecé con el atletismo, a competir, y a fines de 2018 gané el Sudamericano Escolar. Y ahí siguió todo”, repasó entre risas. “Pero me encanta”, acotó rápidamente.
Para Manuela este proceso “ha sido un sueño”. Es verdad, “espero que se pueda dar la clasificación a los Juegos”, dijo, pero mientras la jabalina va por el aire sus pies están sobre la tierra. “Si no se da, trabajaremos en el próximo ciclo olímpico, porque la realidad es que ese era el objetivo. Pero todo se adelantó, acá estamos y hay que entrenar”, aseguró.
El deporte le ha dado a Manuela, así como a otros destacados atletas sanduceros, un montón de posibilidades. No solo se abren las puertas hacia los viajes, experiencias inolvidables, sino también la chance de estudiar fuera de fronteras.
En este caso la atleta cursa la Facultad de Medicina, pero en agosto se irá a Atlanta, para iniciar en la Universidad de Georgia su carrera de fisioterapeuta. Y competirá por su universidad en las competencias locales.
Pero a no asustarse: tiene el permiso para representar a Uruguay en los torneos internacionales, y también para formar parte de los Nacionales, que brindan puntos importantes pensando en la clasificación a las competencias en el exterior.
“El semestre de la Universidad de Georgia comienza en agosto, así que fuimos de visita; es tremando, como una mini ciudad. El primer año es obligatorio quedarme ahí en la Universidad, tiene como departamentos, y después sí puedo mudarme. Pero por lo que vi, no me muevo de ahí”, contó entre sonrisas.
Mientras, entre competencia, sueños y proyectos terminará el primer semestre de este nuevo año en la Facultad de Medicina, a la que promete seguir cuando retorne a Uruguay. “En Estados Unidos quiero estudiar algo más corto, seguramente fisioterapia, que es algo que me gusta”, remarcó.
¿Y el lanzamiento de jabalina? “Entrenaré allá, competiré en los torneos por la Universidad de Georgia (los torneos son de muy buen nivel y la rivalidad entre universidades es importante), pero tengo permiso para competir en Sudamericano, Panamericano y todo lo que sea representar a Uruguay, y a los Nacionales. Tengo bastante libertad”, comentó.
Allá viajó Manuela con destino a España. Buscando alcanzar sus sueños, incluyendo uno olímpico que apareció sin pensarlo.