Ya pasaron algunos días. Tatiana Seijas finalmente será la representante de Uruguay en el Mundial de coastal a disputarse en setiembre en Génova, luego de vivir una situación increíble, angustiante, de la que los dirigentes deben aprender.
La deportista del Club Remeros Paysandú ya encara lo que será la preparación mundialista, pero el vaivén emocional que vivió desde que se ganó en el agua el pasaje al Mundial, pasando por el hecho de que la Federación Uruguaya de Remo hizo repetir nada menos que una final (sí, una final) y que luego quiso hacer repetir la eliminatoria para finalmente reconocer que la sanducera se ganó su lugar en buena ley, fue demasiado.
Tanto, que Seijas vivió un vaivén emocional importante, pasando de la euforia y la alegría de haber ganado deportivamente y en buena ley su clasificación, a estar encerrada en su casa sin querer salir. Pero tuvo la contención de su familia, de sus compañeros («Machuca» es Mauricio López, compañero y entrenador a quien hace referencia) y también de quienes la apoyaron a través de las redes sociales.
Lo sucedido debe ser tenido muy en cuenta. Es una experiencia que no debe volver a repetirse y de la que los dirigentes tienen que aprender no solo para no generar injusticias, sino males mayores. Porque lo primero, siempre lo primero, es el deportista.
Mirá lo que vivió “Tati”, contado en primera persona a Chicos las Pelotas.