Es verdad. Por acá no nos dedicamos al fútbol, porque la idea es otra. Pero nadie puede en este país estar por fuera de lo que será el choque por las eliminatorias entre Uruguay y Paraguay en el Estadio Centenario.
No solo por lo importante del partido, pese a que pareciera que los tres puntos en juego casi pasan desapercibidos, sino por la trascendencia de lo que se vivirá mañana: será el último partido de Luis Suárez (sí: Suárez, “Lucho”, «El Pistolero») con la camiseta de Uruguay.
Fueron 17 años vistiendo la Celeste al más alto nivel, siendo el salteño protagonista de recuerdos imborrables para varias generaciones.
Lo primero que hay para decir, es que acá, en este link, podés repasar número por número lo que ha sido la vida del delantero con la camiseta de Uruguay: https://futbolynumeros.sport.blog/2024/09/05/la-ultima-gala-de-luis/
No te lo pierdas porque lo hace un crack, el gran Contador Gustavo Martín, que algo sabe de todo esto.
Ahí vas a poder enterarte, recordar y volver a vivir momentos imborrables en la vida del jugador, la Celeste y tres millones de uruguayos.

Pero volviendo a lo que nos ocupa, queda en el ambiente la pregunta de por qué Suárez deja la selección justo ahora. Por qué decidió colgar la camiseta de la selección cuando todavía tiene rosca para dar.
Especialmente porque quiso demostrar que estaba para seguir siendo guía en esta selección, adentro y afuera de la cancha, mientras el técnico no lo citaba.
Bielsa se cansó de remarcar mil veces, ante la pregunta repetitiva de por qué no citaba al delantero, que sabía lo que tenía Suárez para dar y que por eso no lo convocaba: necesitaba ver otras cosas. Así fue como esa actitud, la de Suárez hablando de la selección y sus ganas de seguir aportando, marcó que muchos comenzaran a putear al técnico, que lo citó cuando lo consideró necesario. Ahí nadie dijo nada.
Por eso no parece que fuera el momento para irse. Porque peleó por estar, quiso demostrar, pero especialmente porque sabe que es referente de este grupo que ahora, justo ahora, quedó diezmado por las sanciones. Eso llama la atención.
Pero Suárez es dueño de hacer lo que se le plazca y tiene todo el derecho del mundo de retirarse cuando quiera. Porque se lo ganó. Pero quizás, por esa situación particular que atraviesa ahora la Celeste, podría haber tirado un poco más.

Al final, se despide mañana en medio de cosas que no terminan de cerrar. Utilizar un partido oficial para despedirse y no ir a Venezuela a completar la doble fecha eliminatorias, hace ruido y pareciera ir contra el discurso del “Pistolero”.
Pero se ganó el derecho a decidir qué quiere hacer con su vida. Como cualquier hijo de vecino, en definitiva. En este caso, de cómo y cuándo poner en la percha la Celeste y cerrar el ropero.
Mañana deja la selección un jugador de novela. Indescriptible, histórico. Que dejó todo por la Celeste y que marcó recuerdos imborrables.
Pero eso sí y que quede claro: mañana no es la despedida de Suárez: es un partido por tres puntos pensando en estar en el Mundial 2026. Tres puntos claves como serán los tres que se jugarán en Venezuela aunque el goleador histórico de la Celeste, un crack inolvidable que nos hizo delirar a todos, que se sobrepuso a todo para defender a Uruguay, a esa altura ya haya tenido su despedida y vuele a Miami y no a Maturín.
