Joaquín Rodríguez y Bautista González firmaron pase a Racing de Montevideo para jugar en el equipo de la categoría 2011. Lo curioso no es que desde el fútbol sanducero salten chicos para los clubes de la capital, sino que Rodríguez diera un salto enorme y totalmente diferente: pasó de ser campeón sudamericano de judo a una cancha de fútbol.
“Fue un cambio medio raro. El fútbol me empezó a gustar en el Mundial 2022. Así que jugué de delantero en Bristol (el pibe es de Mercedes) y después terminé en el arco”, dijo Rodríguez al contar cómo fue este cambio radical de disciplina.
Por estos lados, ya instalado en Paysandú, vistió la camiseta de Litoral. Y su madre le informó sobre la captación que realizaría Racing en Mercedes. Y allá fue a divertirse. Lo cierto es que se quedó en el club de Sayago.
“La verdad es que este año estaba sumergido en el judo, hasta que llegó esa noticia de la captación y luego de que quedé en Racing. Pero no es una situación fácil: es horrible, porque no podés hacer las dos cosas. Por eso me costó tomar la decisión. Y bueno: después de quedar en Racing opté por dejar el judo”, contó a Chicos las Pelotas.
El “Rulo”, bronce sudamericano en 2022 y oro en 2023 en judo, ahora custodia el arco de Racing. Pero si bien costó tomar la decisión, lleva al judo impregnado en la piel. Y reconoce que le sirve y mucho para esta nueva experiencia. “El judo me dejó mucho. El autocontrol, el compañerismo. Y me sirve mucho para el fútbol, porque me dejó resistencia, agilidad y velocidad”, confesó quien entrenó también con Enzo Ferrari, preparador de arqueros de la selección uruguaya, y pegó un salto importante y diferente: del tatami a la cancha.