¿Cómo resume una deportista que pudo representar a Uruguay en un Mundial, y de yapa lograr medallas? Karen Sanguinet, que se quedó con el bronce en individual y con la plata en pareja mixta junto a Facundo Fierro en Turquía, lo resume facilísimo: “una experiencia increíble, que no voy a olvidar nunca más”.
La bochófila sanducera hizo un enorme Mundial vistiendo la camiseta celeste, pero la experiencia fue todo un shock en su vida deportiva: “eran 36 países en el desfile de inauguración; algunos iban a jugar en individual, otros en mixtos… Pero fue increíble. No pensaba vivir algo así”, dijo a Chicos las Pelotas desde Turquía, donde cerró su participación mundialista.
Pero pese a todo, a esta experiencia inigualable, Sanguinet es crítica con el rendimiento alcanzado, luego de lo que fue la enorme participación en el Panamericano de Brasil. Pero claro: un Mundial es otra historia.
“La realidad es que no me sentí cómoda a lo largo del campeonato”, dijo quien poco antes del debut había señalado a Chicos las Pelotas que las canchas “no son lindas para rafar, pican mucho”.
“Me dejé la vara muy alta en el Panamericano de Brasil, y no rendí de la misma manera. A nivel deportivo no anduve muy bien, pero pienso que los nervios, la ansiedad y las 30 horas de viaje se sienten. Pero estoy muy contenta, uno de los objetivos era llevar medalla y se logró eso, tanto en individual como en mixto, aunque la final de pareja no la jugamos bien, anduvimos flojos”, remarcó.
Pero, como dicen por ahí, que le quiten lo bailado. “Siempre practiqué este deporte, pero nunca me imaginé andar en Turquía jugando a las bocha; menos representando a Uruguay y jugando un Mundial. Se me dio el sueño de todo deportista: vestir la Celeste y nada menos que en un Mundial”, sentenció.

