
Palos por acá, palos por allá. Increíblemente el ciclo de Marcelo Bielsa al frente de la selección de a ratos es cuestionado, pero hay que poner las cosas en su lugar.
Y lo primero que hay que poner sobre la mesa son los números que, a la larga y a la corta, terminan siendo fundamentales. Porque el hincha no se conforma con aquello de que lo importante es el camino.
La realidad es que hoy, al cierre del año de las eliminatorias para el Mundial 2026, Uruguay estaría clasificado como segundo. Pero falta camino por recorrer y partidos importantes, más allá de que se hace imposible pensar que la Celeste pueda estar fuera de la cita mundialista.
Pero hay que tener en cuenta también algunos aspectos, como el hecho de que las estrellas ya no están, y que Bielsa está proyectando un nuevo equipo. Y faltan dos años para ver la ver la versión final.
Entonces, la lógica es dejar trabajar. Habrá tropiezos, habrá caras que luzcan, otras que no, y seguramente algunas que irán madurando pensando en 2026, pudiendo incluso terminar siendo claves. Porque hoy, la realidad es que no hay Lugano, Godín, Suárez, Cavani, Forlán, Arévalo Ríos, Pérez y tantos otros.
Pero mientras, como para calmar las aguas, está bueno repasar números para ver qué tan malo es el ciclo de renovación que lidera Bielsa. Y por acá quedan algunos números, comparando la actuación de la Celeste en esta eliminatoria con respecto a la que tuvieron al frente Oscar Tabárez y en los últimos cuatro partidos a Diego Alonso para el Mundial 2022.

