Pasaron las dos carreras de consumo en el Mundial de jetski, y el sanducero Federico Hoffman sigue como líder de la Categoría F1, la máxima, pero cedió el liderazgo en la general, luego de una jornada durísima.
Lo fue más de lo que esperaba. Es que el sanducero decidió salir con todo en la primera carrera de 120 kilómetros. No se guardó nada en un mar picadísimo, y esto pasó factura, más allá de que pudo lograr el primer puesto.
Sucede que para la segunda carrera era casi imposible manejar la moto. Así de sencillo. El oleaje llevó a que las manos del piloto sufrieran demasiado, y también las rodillas. Los médicos intentaron aliviar la dolencia en sus manos, pero no hubo caso: “lo pagué caro”, dijo a Chicos las Pelotas desde Grecia, donde se disputa la competencia.
En la segunda carrera las cosas no fueron igual. Era imposible sostener la moto. Y quinto en su categoría y 12º en la general.
“A la primera la gané, pero me desarmé las manos porque el mar estaba muy picado y yo fui fuerte. Me lastimé, me llevaron a la carpa médica y me arreglaron un poco, pero cuando fui a largar la segunda carrera no había forma, literalmente, de que agarrara la moto. La agarré con las piernas, pero no tenía ritmo. No pasó porque la moto no anduviera, sino porque yo estaba destruido. Me costó muy caro ganar la primera, y mañana también la voy a pagar”, resumió.
Pero había más, como para terminar de hacer las cosas complicadas. Tras encarar una ola grande, Hochman golpeó y rompió el GPS con la cabeza, por lo que debió bajarse de la moto e intentar solucionar el inconveniente.
Hoy fueron, en definitiva, dos etapas de 120 kilómetros. En la primera necesitó de una hora y media para recorrerlos, y en la segunda una hora 55 minutos aproximadamente, lo que habla de las diferencias.
“Mañana tengo que rendir igual”, dijo Hochman. En la tercera jornada habrá pruebas de diferentes kilometrajes, y el sanducero espera poder recuperarse en la ciudad de Kourouta.






