No deja detalles librados al azar. Se metió de lleno en la tarea física y también repasa en el agua. Dolores Moreira está a pocos días de irse nuevamente a Marsella, donde estuvo un mes entrenando, pero ahora sabiendo que será para ultimar la preparación de cara a los que serán sus terceros Juegos Olímpicos en Laser Radia, hoy ILCA6.
Fue un mes en el que “Lola” estuvo en Marsella intentando conocer los secretos de la zona de regatas donde se llevará a cabo la cita olímpica. “Estuvo lindo, pude entrenar de buena manera, ver la zona de regatas y estar en la sede misma de la vela para los Juegos, así que fue más que positivo”, dijo la sanducera a Chicos las Pelotas.
Moreira prepara las valijas y sabe lo que encontrará en Marsella a la hora de comenzar con el torneo. “Si se da lo mismo que nos pasó en este último mes, son tres o cuatro días de poco viento, y un día de mistral (viento del noroeste y a veces del norte que sopla de las costas del Mediterráneo hacia el mar, que puede alcanzar los 100 kilómetros por hora), que es mucho viento. Pero el mistral puede pegar más duro y se puede tocar dos o tres días”, relató.
Aquellos viejos tiempos en los que “Lola” sufría físicamente con el viento han pasado. Pero lógicamente, por su contextura física, da ventajas. Así, explicó que “es algo lógico por mi peso y mi altura. No te olvides que algunas me llevan 10 kilos de diferencia, son altas, así que no navego de la misma manera que las otras competidoras con viento. Pero en lo físico me siento muy bien, venimos haciendo mucho trabajo en ese sentido”.
Lo real es que “Lola” llega de muy buena manera. Atrás quedaron aquellas preocupaciones por no tener (por motivos económicos) la posibilidad de poder hacer el Plan A a lo largo de la temporada. Pero esta velerista incansable está lista para salir al agua y dejar todo, como lo dice su sello.
MUCHA TECNOLOGÍA
Hubo en Marsella aspectos importantes que sirvieron y mucho trabajando con la entrenadora argentina Florencia Cerutti. Y el uso de la tecnología fue importante para sacar conclusiones de cara a lo que se viene.
“Flor estuvo todo el mes conmigo. Cada entrenador tiene su forma de enseñarte cosas, pero en lo personal absorbo de todos diferentes cosas y y también hay muchos que les gusta llevar la vela de tal manera u otra, pero de todos absorbo diferentes cosas y las intento incorporar, pero si es que me siento bien con eso”, dijo Moreira al respecto.
Por eso “probamos algunas cosas que me gustaron, que sumé, y otras en las que las hacía de otra forma y me era más fácil de la forma en la que yo lo hacía”. Y agregó que “estuvo bueno porque utilizamos unos micrófonos: yo llevaba una gorra con micrófono y parlantecito, así que pudimos hablar durante todo el entrenamiento. Ella veía cosas en el momento y me iba corrigiendo”.
Pero también se contó con un metasail de la entrenadora, “ que es un GPS que lo ponés en el barco, ponés el viento y dirección del momento y te tira todos los datos del ángulo de tu barco, aceleración y demás. Y si ponés ese metasail a otras competidoras, podés comparar todo en el momento”.
Eso sí: esta tecnología sirve solo para los entrenamientos, y no para la competencia. “Los GPS que tenemos en competencia te tiran algún dato, pero no son tan completos como el metasail”.
“PONERME PRESIÓN LO ÚNICO QUE HACE ES RESTARME”
“Lola” resume que “va bien la cosa”. Son sus terceros Juegos Olímpicos, y el gran objetivo pasa lógicamente por escalar posiciones con respecto a los dos anteriores.
“La expectativa es poder mejorar posiciones con respecto a los últimos Juegos”, dijo Moreira. Pero también aseguró que “la verdad es que no tengo un objetivo en mi cabeza: solo quiero dejar todo y tener mi revancha porque en los Juegos siempre navego muy mal”.
Es que no es fácil ser deportista de alto rendimiento a la hora de salir al ruedo a dejar todo. Son muchas las cosas que pasan por la cabeza, y “Lola” asume que “puede ser un poco de nervios, de presión que me pongo yo sola. En el último Juego fue mala liga por el tifón, pero le atribuyo mucho a los nervios”.
Pero ahora “trabajé mucho en eso y siento que tengo otra experiencia y puedo afrontar los Juegos de otra manera”.
¿Qué pasa por la cabeza a la hora de tener todas las miradas encima? ¿Cuánto juega esto a favor o en contra? Moreira aseguró que “la realidad es que es un momento en el que realmente casi todo Uruguay te mira, mucha gente saca un poco la cabeza del fútbol y te pone atención a vos. Y te ponés un poco de presión porque te están mirando, apoyando, alentando”.
“En este último tiempo intenté sacarme eso de la cabeza y simplemente disfrutar de lo que me gusta, y de representar a Uruguay. Ponerme esa presión lo único que hace es restarme, solo tengo que demostrar lo que puedo hacer”, reconoció a Chicos las Pelotas.
Es un trabajo extra, más allá del entrenamiento diario, ese de tratar de liberarse de la presión. Y cuesta. Tanto, que “Lola” no dudó en ponerlo sobre la mesa: “lleva años y años”.
