Dar el salto al profesionalismo no es fácil. Especialmente para quien quiere manejar su futuro, y mantenerse lo más alejado posible de ese ambiente extraño que a veces rodea al boxeo, de intereses que muchas vences no contemplan al protagonista.
Mauricio Márquez hizo un montón de peleas, más de 70, como amateur. Y decidió dar ese paso al campo rentado, sabiendo que no sería como en las películas.
Hoy, el único boxeador profesional de Paysandú entrena a muerte todos los días, seguramente poniéndose en la cabeza alguna fecha de combate para mantenerse firme. Pero la realidad es que por ahora no hay fecha, no hay pelea por venir.
El inicio de la carrera profesional de Márquez fue espectacular. Fue a Bragado y ganó con claridad. Pero después las cosas se complicaron un poco. Es cierto que se impuso en velada desarrollada en el Club Social, pero después surgió la confirmación de una presentación en Buenos Aires, y días después del sí apareció la chance de pelear en Paysandú. Márquez decidió, pese a lamentar no poder mostrarse ante su gente, mantener su palabra.
Apareció otra propuesta para ir a Argentina, pero también la chance de pelear el pasado 12 de octubre en casa. Y esta vez el boxeador optó por esperar esa opción, que se cayó.
“Yo estoy entrenando firme, con las ganas de siempre y con mucho sacrificio, aunque no tenemos fecha confirmada. Lo del 12 quedó en la nada, y la idea era pelear acá”, dijo Márquez a Chicos las Pelotas.
Y no es cuestión de confirmar peleas así como así. No es fácil. La última presentación de local, llevó a que el equipo debiera pagar de su bolsillo la bolsa del rival, el viaje desde Argentina a él y su entrenador, la estadía, alimentación y demás.
“Eso complica mucho, el tema del dinero. También el hecho de encontrar rivales, no es fácil. Pero lo económico es difícil. ¡Y mirá que no es mi bolsa, porque hemos puesto plata!”, reconoció el boxeador.
Hoy Márquez tiene tres peleas, vine invicto y mira a futuro. Se sumerge todos los días en el sacrificio de los entrenamientos, y le pelea a la frustración.
Mauricio confiesa “es frustrante” que cuando se caen las peleas, o no aparece la posibilidad. Pero también que “no lo demuestro, me enojo por dentro pero saco todo en los entrenamientos. Hacemos dos o tres turnos por día, cuando te confirman fecha. Cuando no tenés rival confirmado, ahí la cosa cambia porque te afecta todo”.
Hoy, Márquez sigue preparándose para el próximo desafío. Para subir al ring, sumar su cuarta victoria y demostrar que merece que alguien le preste atención.
“Por ahora no ha aparecido nadie que toque puertas. ¡Obviamente que sería el más feliz del mundo si apareciera! Lo que quiero es pelear acá, pero estamos siempre dispuestos a salir. Me quedé con unas ganas enormes de pelear en el Estadio Cerrado, que quedó hermoso, pero ya teníamos la palabra empeñada para ir a Buenos Aires, y eso hay que respetarlo”, dijo mientras se prepara para un nuevo entrenamiento, donde queda en evidencia el trabajo y el sacrificio diario.
Pero más allá de que se preparaba para dejar todo, como todos los días, lamentó que “a nivel profesional es muy difícil si no tenés apoyo económico. Porque así es imposible avanzar”.