El taekwondo uruguayo es olímpico. María Sara Grippoli fue quien rompió todos los esquemas. Es que nadie esperaba que finalmente se quebrara la racha y Uruguay se hiciera fuerte en el Preolímpico disputado en República Dominicana.
“María Sara es fuera de serie. Tiene apenas 19 años y un potencial enorme”, resumió el entrenador sanducero Mayko Votta, integrante del cuerpo técnico celeste que acompañó a la deportista.
Este fin de semana Grippoli vuelve a ponerse en marcha. Después de haber estado entrenando en Brasil, será de la partida en el Abierto de Argentina, que se desarrollará en Tecnópolis, Buenos Aires.
Y luego vendrá el viaje a Seúl, donde se entrenará desde el 2 de junio al 26, para luego trasladarse al campamento olímpico que se vivirá en París.
Votta dijo a Chicos las Pelotas que la preparación de cara a los Juegos comenzó el día después de haber clasificado. “Nadie esperaba esta clasificación, salvo nosotros. Pero entrenamos para eso, uno tiene que prepararse para clasificar, porque no es ir a competir nada más”, expresó.
Tras acceder al pasaje olímpico, Grippoli entrenó durante un mes en Rio de Janeiro, “con un equipo de Elite que tiene tres de los cuatro atletas brasileños clasificados para París. Ahora vamos a Argentina, donde se peleará con el sistema electrónico que se utilizará en los Juegos”.
Tras volver de Buenos Aires, María Sara se sumergirá en una preparación física con la profesora salteña Valeria Balbi, también integrante junto a Daniel Lee del cuerpo técnico celeste. Votta dice sin ponerse colorado que Balbi es “la mejor preparadora física del mundo en cuanto a taekwondo”.
La planificación indica que posteriormente se irá a Corea durante todo el mes de julio. “Iremos a tres universidades, que son como equipos profesionales y de gran nivel. Vamos a ir a las tres mejores, que están en Seúl, y después participaremos de un evento. De ahí nos vamos directo a París”, informó el sanducero, quien dijo que “este es el Plan B que teníamos en carpeta. El A era estar todo junio en Europa, como el 80 por ciento de los clasificados, que después sí se van a Asia”.
SENSACIONES ÚNICAS
La realidad es que quien no está sumergido en este arte marcial no debe tener muy en claro qué significó acceder a unos Juegos.
Votta, que hace muchísimos años es todo un referente del taekwondo en nuestro país, confesó que “fue una satisfacción enorme”, pero también “sentí alivio porque hace 24 años el taekwondo se hizo olímpico, en Sydney 2000, y nuestra generación comenzó después de esos Juegos intentar clasificar a una cita olímpica. Hemos participado en todo el sendero olímpico y solo nos quedaba competir en unos Juegos Olímpicos. Estuvimos muy cerca en algunas oportunidades, pero no lo habíamos conseguido”.
Acceder a la máxima cita es un poquito complicado. “Es un deporte nuevo a nivel olímpico, tiene muy pocas plazas de clasificación y no tiene plazas universales. Clasifican seis por ranking mundial y dos por continente, salvo Oceanía que tiene un lugar”. Y Uruguay estará allí, con la intención de competir.
¿Fácil? Definitivamente no. Tan es así que “el proceso con esta última generación comenzó hace ocho años. Queda Federico González de ese proceso. María Sara comenzó hace dos años y poco el proceso de clasificación a los Juegos, aunque está en la selección desde hace seis años”, indicó.
El hoy entrenador celeste no anduvo con vueltas a la hora de afirmar que la clave ha sido “tener la confianza que tenemos en todos nosotros, en la Federación, en el cuerpo técnico que somos. A los atletas les decimos que con lo que tienen ahora deben lograr mucho más que lo que logramos las generaciones anteriores, porque nos faltaban cosas muy importantes que hoy tienen”.
A ver: se es consciente de que “tenemos mucho menos que los países que logran resultados importantes”, pero también que si algo tiene este país es calidad de atletas. Y Votta afirma a quien quiera escucharlo que “siempre la tuvimos”, mientras se deshace en elogios hacia María Sara: “es excepcional, tiene un físico privilegiado y es muy inteligente”.
La pregunta que se hace el común de la gente es cómo se pelea contra la falta de recursos con respecto a lo que tiene el resto. Más claro: apoyo existe, pero está muy lejos de lo tiene el resto.
“La peleamos de diferentes lados. Por ejemplo, la falta de recursos económicos, algo que es fundamental en el alto rendimiento, la peleamos apoyándonos en amigos dentro de este deporte. Nos ayuda mucha gente, equipos profesionales nos dan una mano. Hoy podemos ir a campamentos que salen miles de dólares y vamos prácticamente gratis. Se consigue con los años, siendo compañero con esos equipos, esas Federaciones, tener un trato normal, y es clave que nuestro Maestro Lee (Byung Supp, quien introdujo el taekwondo en Uruguay) sea querido en todas partes del mundo”, explicó Votta.
ESTÁ, PERO FALTA
El deportista aclaró que “sabemos que tenemos apoyo, pero siempre falta. Para el Preolímpico hicimos una preparación buena, pero no la que planificamos. Ahí también fuimos con el Plan B. Pero encaramos mucho la confianza en nosotros mismos. Transmitirles a los deportistas que el cuerpo técnico tiene 20 años de experiencia, que ha pasado de todo y que se ha preocupado aprender sobre todo lo que ellos necesitan. Tenemos el nivel máximo de entrenador a nivel mundial”.
Más allá de eso, a la gente en general le preocupa la falta de apoyo. Pero Votta explica, para aclarar, que “la gente se entrevera con el Comité Olímpico Uruguayo y la Secretaría Nacional del Deporte. Mil veces te dicen ‘cómo puede ser que van a un Mundial y el Comité Olímpico no les da nada’, pero la realidad es que no le corresponde. Le corresponde a la Secretaría o a la Fundación Deporte Uruguay. O te dicen ‘van a unos Juegos Olímpicos y el Estado no te da nada’, pero en realidad sí te da, aunque al que le corresponde, se hace cargo y lo hace muy bien, es al Comité Olímpico”.
¿Cuál es entonces el mayor problema? La falta de apoyo para la preparación previa a cada competencia. “No se apoya antes de cada evento. Salvo casos excepcionales. Vos te preparás para ir mañana a un Juego Sudamericano o para clasificar a un Juego Panamericano, y el apoyo es poquísimo con respecto a lo que necesitás”.
Pero Votta reconoce y tira sobre la mesa que “también hay que ser realista, y decir que siempre nos dieron apoyo”. Es que nadie puede escaparle a algo que es totalmente cierto: “somos Uruguay, siempre somos tres millones”.
Igualmente, “para el deporte olímpico necesitamos de otras cosas. Desde que me indicé, en mi caso personal, siempre he tenido muchísimo apoyo de amigos, empresas, dirigentes de la Federación que han puesto miles de dólares para que se pudiera competir. Y nosotros nunca tuvimos eso que dice la gente, de que viajan más dirigentes que atletas: siempre pasó que viajamos los deportistas, porque en nosotros se vuelcan los recursos. En el atleta y el cuerpo técnico”.
