
Pilar Cañedo sigue preparándose con su equipo, el Azura, en la ciudad de Weston, Estados Unidos, con objetivos claros para esta temporada.
El primer gran desafío que tendrá la nadadora sanducera no serán las competencias estaduales, sino la Copa del Mundo de aguas abiertas, que tomará como preparación pensando en los objetivos planteados para este año.
Por lo pronto, la Copa del Mundo constará de cinco etapas, y es posible que la sanducera sea de la partida al menos en las tres primeras. La primera se vivirá en Somabay (Egipto) el 21 y el 22 del presente mes; la segunda irá en Ibiza, los días 26 y 27 de abril; la tercera en la portuguesa Setubal, el 14 y el 15 de junio; luego la actividad se trasladará al Golfo Aranci, en Italia, el 11 y el 12 de octubre; y en noviembre, con fecha y sede a definir, se cerrará la competencia.
“Posiblemente haga tres fechas. Lo que sí está confirmado es que a la primera, en Egipto, voy a ir a competir en los 10 kilómetros. La idea es prepararme de buena manera para el Mundial de Singapur, que será sobre finales de año, y el Panamericano Junior de aguas abiertas y posiblemente de piscina”, dijo la nadadora sanducera a Chicos las Pelotas desde Estados Unidos.
“La idea es llegar a esas instancias con un mayor nivel competitivo. Creo que seré la primera mujer en Uruguay en competir en Copa del Mundo de aguas abiertas, por lo que es todo un desafío”, agregó.
Mientras tanto, entrena duro en Azura, donde “está todo bien, y me vengo acostumbrando a otro tipo de entrenamiento”. Es que, como había mencionado tras sus primeras semanas en Estados Unidos, “se entrena en yardas (21,5 metros) o en piscinas de 50 metros, y vamos cambiando la piscina dependiendo el día. También hacemos entrenamientos de aguas abiertas pero en la piscina, sacando los andariveles”.
Por lo pronto, “la preparación viene bien”, y el trabajo es intenso: “tenemos actividad física todos los días, de lunes a sábados, más el horario de la natación, que es en doble horario cuatro veces por semana, y en simple horario los lunes y los sábados”.
Cañedo confirmó que “los entrenamientos son más cortos pero más intensos, y el hecho de nadar en yardas hace que se tenga que nadar más intenso, que las vueltas sean más rápidas y patear más. Pero vengo en un proceso mental y físico en el que se nota el progreso, así que estoy cómoda y contenta con el grupo”.