El sanducero Mauricio Márquez no será de la partida en la velada del próximo 7 de setiembre en el Estadio Cerrado, debido a que asumió el compromiso de presentarse el 13 de setiembre en Buenos Aires, tal como Chicos las Pelotas adelantó hace algunas semanas.
El pasado 13 de agosto surgió la posibilidad de formar parte de la velada sanducera, lo que sumergió en dudas al equipo, que esperó por una confirmación que finalmente no llegó. Así, se optó por definitivamente confirmar la pelea del 13 de setiembre en la bonaerense Felipe Ameghino, ante Fernando Caseda. En principio, el rival era el marplatense Santiago Contreras y la cita en Bolívar.
Recién ayer, con todo confirmado, hubo un ofrecimiento formal para que Márquez pueda integrarse a la cartelera de Paysandú, pero se desistió de la posibilidad dado que existe un compromiso en Argentina acordado previamente.
Pero hay otro dato que hay que tener en cuenta: está claro que seis días de descanso para un pugilista profesional entre una pelea y otra es muy poco.
Suponiendo que el Team Márquez hubiera aceptado la propuesta de pelear en Paysandú el 7 de setiembre, y el 13 presentarse del otro lado del charco, hay que tener en cuenta que el reglamento de la Federación Argentina de Boxeo, en su artículo 23, establece que entre pelea y pelea un boxeador profesional debe esperar 12 días.
Hay, sí, la posibilidad de una excepción que acorte ese plazo a seis días: ganar el combate previo antes de finalizado el tercer asalto y siempre que el supervisor fiscal o médico de guardia de esa pelea no presente informe de haber recibido castigo intenso a pesar de su triunfo. Esa excepción debe ser otorgada únicamente por la Federación Argentina.
“Nosotros esperamos una confirmación pero no llegó a tiempo, y tenemos el compromiso de pelear en Buenos Aires. Esto es boxeo profesional, y tampoco vamos a poner en riesgo a un deportista”, dijo a Chicos las Pelotas el entrenador Ruben Márquez.