Está difícil. Dar el primer paso no fue tan complicado como el segundo. Quedaron atrás las más de 70 peleas como amateur, y llegó el debut como profesional. Fue victoria ante el argentino Jonatan Garraza en Bragado, por decisión unánime. Pero la realidad es que tras esa primera pelea en el campo rentado, las cosas se complicaron.
Es más: Mauricio Márquez viajó junto a su padre y entrenador, Ruben, a Buenos Aires para afrontar la segunda pelea, pero resultó ser que el rival se lesionó y ya no había tiempo para poder conseguir un nuevo deportista que pudiera afrontar la pelea.
Así, en medio del cansancio y mascando bronca, Márquez volvió a Paysandú y se sumergió otra vez en los entrenamientos. Si bien hay que esperar algunos días, la segunda pelea del sanducero como profesional está confirmada: será en casa, el 8 de junio, en el gimnasio del Club Colón, donde se desarrollará una nueva fecha del Torneo Mercosur que organiza la Comisión Uruguaya de Boxeo Amateur y Profesional (Cubap).
El rival vendrá del otro lado del charco, y será un debutante: Marcelo Levetti, que enfrentará al sanducero en pelea pactada a cuatro asaltos, en la Categoría Welter.
Esta será la pelea de fondo, la única profesional, de la velada.
Para el entrenador Ruben Márquez, este segundo compromiso “es una buena oportunidad para demostrar que estamos en el mejor nivel. No buscamos rivales perdedores sino en ascenso. Nada mejor que un debutante profesional que vaya a buscar su victoria. Estamos preparados para dar batalla y que el triunfo se quede en Paysandú”.