
Hace un mes decidió dejar Estados Unidos y retornar a Brasil. La nadadora sanducera Pilar Cañedo dejó atrás la beca de la World Aquatics en Miami, decidió abandonar el equipo Azura, y pegar la vuelta a Brasil, a Porto Alegre, donde el Gremio la volvió a recibir de brazos abiertos.
Cañedo había dejado el club brasileño para aprovechar la beca. Entrenar y competir en Estados Unidos es el sueño de todo nadador, pero la realidad es que no todo lo que brilla es oro.
“Pasé por una racha muy fea, pero ya estoy volviendo de a poquito, entrenando a full para intentar llegar de la mejor manera al Panamericano” Juvenil, en el que correrá el viernes los 10 kilómetros en aguas abiertas, resumió en contacto con Chicos las Pelotas.
“El torneo es clasificatorio para los Panamericanos absolutos de Paraguay, y solo van a clasificar de Latinoamérica las cinco mejores mujeres, por lo que va a ser una lucha intensa”, añadió.
Después, fue tiempo de contar su experiencia. De mostrarse más que contenta por estar entrenando nuevamente en Brasil. “Me voy a quedar definitivamente acá”, aseguró.
Es que “no me convencía el entrenamiento en Estados Unidos, y me sentía cada vez peor en el nado”. Cañedo sorprende al señalar que “entrenaba muchísimo menos que acá. Una imagina que en Estados Unidos está lo mejor, pero allá todo es marketing y dinero. Eso es lo importante para ellos”.
“Para hacerte una idea, entrenaba unos 4.000 a 5.000 metros por sesión que en Brasil. Y la piscina en la que entrenaba era de 21 metros y medio, ya que eran 25 yardas. Y eso imposibilitaba mucho el entrenamiento, más todavía para aguas abiertas”, sumó.
Es que “ellos entrenaban para yardas, ya que así son sus competencias de piscina, que son las que la mayoría de las universidades tienen. Lo que más les importa es eso: tienen masas y masas de personas en las universidades, y quieren ganar en las competencias de yardas, que es donde está la competencia para ellos”.
Vale recordar que, si bien la sanducera no estaba en una universidad, sí entrenaba con Azura en la piscina de la Nova Southeastern University (NSU) de Miami.
Pero se cansó. Las cosas no salían como esperaba pese al esfuerzo realizado en todo sentido, y decidió volver a Gremio después de seis meses. “Mentalmente me ayudó muchísimo volver. El estar tranquila y entrenar feliz ayuda muchísimo”, confesó.
Después, reconoció que no llega al Panamericano con presión “porque sé que en estos seis meses no tuve el entrenamiento necesario, y que esto recién empieza de nuevo”. Pero, eso sí, “estoy haciendo todo lo posible en cuanto al entrenamiento para volver al 100 por ciento. Estoy corriendo dos o tres veces por semanas 5 kilómetros, entrenando en una media semanal de natación de 90 mil metros. Y haciendo tres veces por semana gimnasio”, pensando también en llegar en julio de la mejor manera al Mundial de Singapur.